Cada vez hay más conciencia de cuidar.
Los cosméticos naturales no deben tener siliconas, conservantes, colorantes artificiales, paralelos, ingredientes de origen animal ni óleos minerales y deben contener una mayor proporción de materias primas naturales; sin la necesidad de que sean orgánicas.
Las tendencias nos señalan que los activos derivados de los aceites de árganos y de coco, el árbol de cassia o la semilla de moronga son ingredientes naturales que son tendencia en los productos de belleza.
Las personas con pieles más sensibles y delicadas buscan productos naturales con fórmulas sustentables. Por ejemplo, una loción hidratante vegetal suele contener un emoliente con un índice de vegetalización del 90% y biodegradable que reemplaza a un óleo mineral y un ingrediente que genera un shock de hidratación derivado de hojas como alternativa al ácido hialurónico.
Los productos orgánicos para el cuidad de la piel o el cabello deben contar con un 95% de materias primas orgánicas en relación a la cantidad total de materias primas naturales utilizadas en la formulación. La cosmética orgánica procede de materias primas que pasaron por un proceso de producción libre de agrotóxicos o fertilizantes.
Los cosméticos y productos veganos no tienen ingredientes de origen animal ni pueden ser probados en animales. Suelen pertenecer a marcas que apoyan al sello cruelty free y que no sestean en animales ni utilizan derivados de animales, como la leche, la cera de abeja, el colágeno o la gelatina.